Los mejores consejos para las charlas con el jefe

Uno de los aspectos más difíciles del ámbito laboral es la comunicación. Literalmente, puede impulsar o destruir su carrera. Lo que uno dice a los superiores determina la impresión que les queda de uno, y esto puede representar la diferencia entre un ascenso y la indiferencia. Si bien no todos los jefes son iguales, hay algunos mandamientos relativos a la comunicación que deben tenerse en cuenta. Aquí presentamos cinco.

1. Comparta sus ideas
Si tiene alguna sugerencia para una modificación de procesos o una potencial mejora, no tenga miedo de compartirla. A los jefes les gustan los empleados con iniciativa e imaginación, y siempre están abiertos a las posibilidades de mejorar el funcionamiento de la empresa. Así sobresaldrá como alguien innovador y comprometido con el éxito de la empresa, dos cualidades que pueden impulsar mucho su carrera y su prestigio profesional.

2. No espere al último momento
En los negocios, por lo general las sorpresas no son bienvenidas. De manera que, cuando tenga novedades importantes para compartir, ya sean buenas o malas, no tarde en hacerlo: avísele a su jefe lo antes posible. Si bien resulta difícil compartir noticias desagradables, puede estar seguro de que su jefe prefiere enterarse antes que después.

Al alertar a su jefe sobre problemas potenciales, le brinda la posibilidad de reaccionar y, con suerte, controlar la situación antes de que se haga peor.

3. Pida lo que busca
Es sencillo protestar y quejarnos de lo que no nos gusta sin hacer nada al respecto. En lugar de sufrir en silencio, hable. Los jefes también son personas, y por lo general quieren tener empleados felices y satisfechos, ya que estos empleados son más productivos. Si tiene interés en cambiar de tareas o cambiar de horario para cumplir mejor los plazos, háblelo; no tiene nada que perder. Desde luego, para tener más posibilidades de éxito, trate de formular la solicitud destacando los beneficios para la empresa: «Pienso que un cambio de horario me permitiría coordinar mejor mi trabajo con la oficina de México, ¿cree que será posible?».

4. No diga sí a todo
Los empleados suelen sentirse presionados para aceptar todas las sugerencias de los superiores. Decirle al jefe que uno no está de acuerdo requiere coraje, pero a veces es la mejor opción. Si de verdad cree que un proyecto o plazo propuesto no es realista o beneficioso, lo mejor es comunicarlo de manera franca y racional. Y si ya está sobrepasado de trabajo, aceptar otro proyecto sólo lo exigirá más y quizás hasta afecte de manera negativa la calidad de su trabajo. No tenga miedo de decir «no», pero trate de ofrecer alternativas y hacer concesiones.

5. No hable mal de los colegas
En las oficinas suelen surgir rivalidades o antipatías, pero señalar y culpar a los colegas sólo empeora las cosas. El arte de las relaciones de oficina puede ser difícil de dominar, pero meter al jefe en los problemas internos puede hacer peor la situación. Si tiene problemas con un colega, trate de solucionar la situación antes de consultar a un superior. Y si no puede dejar de hablarlo con el jefe, describa la situación con la mayor objetividad y frialdad posibles, y domine sus emociones.

Saber qué decir en cada situación es casi imposible. Pero estos lineamientos deberían ayudarlo a estar más confiado al comunicarse con su jefe. Y recuerde: los jefes son personas también, y a casi todos les gusta que les hablen con sinceridad, con consideración y sin rodeos.

Fuente: HP Empresas

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